Testimonios de vida que brindan una luz en la oscuridad. Midori vivía día a día una gran fe, expresión visible de su relación personal con el misterio, que la hacía capaz de acompañar a Takashi en su camino de conversión. Midori y Takashi se casan y tras la muerte de su esposa, Takashi cumplió con su vocación de padre, mostró a sus hijos el camino nada fácil que les esperaba como huérfanos, y de médico. Lo hizo mediante la cruz y el trabajo continuo sobre sí mismo, en una profunda pobreza de espíritu que le llevó a entregarse totalmente.