¡Sanemos nuestro niño interior, evangelizando nuestra historia!

¿Sientes que llevas una herida emocional de tu infancia que aún no has superado? Esta sensación puede surgir porque tu niño interior anhela atención y cuidado.

Sanar a tu niño interior puede ser un viaje transformador
que te permitirá vivir de manera más plena y saludable. Si lo haces a través del evangelio, se convertirá en un proceso aún más profundo y liberador.

Existen pautas y reflexiones que pueden ser útiles en este
camino, tales como el reconocimiento y la aceptación, la oración y la meditación, el perdón . Esto nos recordará que todos somos valiosos ante los ojos de Dios y que su amor tiene el poder de sanar las heridas más profundas.

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