La paz que recibimos de Cristo nos reconforta en medio de las tormentas y dificultades de la vida. Dios es conocido como el Dios de la paz y su mensaje es de paz. Aunque en el mundo haya sufrimiento, en Cristo hallamos la paz perfecta que nos permite navegar en aguas serenas y seguras. Es fundamental confiar en Dios y en su justicia para alcanzar esa paz que solo Él puede brindar. Mantengamos nuestra mirada y nuestra fe en Cristo, y Él nos sumergirá en el refrescante río de su paz.