El Señor nos da una oportunidad más para escuchar soluciones, estrategias para poner en acción y hacer frente a los conflictos matrimoniales. Pidamos al Espíritu Santo su intercesión en medio de los conflictos matrimoniales, no hay matrimonios sin conflictos, es por eso que necesitamos al Señor para que nos guíe en los momentos difíciles.