¡Testimonio de Vida! Cyprien y Daphrose, siervos de Dios. El amor incondicional de Daphrose a su esposo y su oración, dan como fruto la conversión radical de Cyprien, así él lo reconoce diciendo: “Cambiar no es volver sobre los propios pasos, sino perder completamente el rumbo”. Y así sucede; pide perdón a su esposa y rompe con las costumbres de su pueblo, sin avergonzarse de hacer gestos públicos de afecto a Daphrose. Cyprien dice: “He perdido demasiado tiempo, debo recuperarlo”.